Triunfo de Racing por 2 a 1 ante Coquimbo Unido en Chille por la tercera fecha del Grupo H de la Copa Sudamericana. Los goles fueron convertidos por Santiago Solari y  Adrián Martínez de penal, ambos en la primera etapa. El gol del Pirata también lo hizo la Academia, fue García Basso en contra en colaboración con Gabriel Arias. Tras un buen arranque en ese período inicial la Academia sufrió el empuje local. La postura de los segundos tiempos, cediendo campo y pelota, con el partido corto en el resultado, es un riesgo que Costas asume a esta altura ya como un plan de juego. Ganó y manda en su zona con tres triunfos en igual cantidad de juegos.

El fútbol es un deporte que no suele permitir licencias, castiga errores con una severidad absoluta y donde un equipo desanimado e inferior puede igualar las acciones o un resultado sin patear al arco. Racing jugó un buen primer tiempo, incluso con la sensación de que la ventaja era escaza ante la diferencia de jerarquía de un equipo y otro, pero una situación aislada casi lo pone en paridad ante Coquimbo. Por suerte también el fútbol da revancha rápido.

A partir de la ascendencia  de Agustín Almendra en el juego se explica el predominio de Racing en esos primeros 45 minutos. El ex futbolista de Boca fue el encargado de ponerle un punto de partida a la Academia. A pesar de alguna temprana insinuación de Coquimbo con Luciano Cabral probando de media distancia, el equipo local no pudo contener nunca a la formación de Gustavo Costas. El gol a los diez minutos de Santiago Solari alteró el curso de la planificación previa. La asistencia de Almendra a espaldas de la última línea facilitó mucho las cosas.

De ahí en adelante Racing fue dominador del juego con absoluta libertad. Con las salidas desde abajo a través de Santiago Sosa, la libertad para jugar de Almendra y la movilidad de todos los futbolistas de la Academia, el equipo de Costas manejó el trámite del partido por momentos sin oposición. Lo tuvo Maximiliano Salas en una situación casi calcada al 1 a 0 pero falló. Más tarde volvió a errar el ex All Boys tras un desborde de García Basso. También probó Almendra de media distancia pero su remate se fue apenas ancho.

Coquimbo no podía sostener la pelota más de cinco minutos. Pero sobre el cierre del primer tiempo empezó a empujar sobre el arco de Gabriel Arias. Un par de tiros de esquina lo envalentonaron hasta que llegó la jugada desgraciada para Racing. Un pase horizontal que Bruno Zuculini no pudo controlar, un desvío en Sosa y García Basso que la juega hacia atrás sin percibir que Arias iba en búsqueda de la pelota. El pase atrás le paso por debajo de su pie derecho al arquero de la Academia y el equipo local llegó al empate sin patear al arco. Insólito.

Antes de que termine ese primer tiempo que lo tuvo dominante pero sorprendido por un empate que nunca estuvo en los pronósticos de nadie, Racing cargó contra el área de Sánchez nuevamente y Salas, que no da ninguna por perdida, recibió la falta. El penal lo cambió por gol Adrián Martínez, para ir al descanso otra vez arriba en el marcador y calmar los ánimos de un equipo que se vio impactado en ese puñado de minutos posteriores al empate local.

Para el segundo tiempo Coquimbo cambió el costado izquierdo con los ingresos de Chandía y Cornejo. Estos dos futbolistas más la presencia de Cabral recostado también sobre ese sector emparejó el trámite del partido. Además Racing tiene la tendencia a lo largo del ciclo Costas de ceder pelota y campo una vez que se pone en ventaja. El equipo chileno creció en ánimo y empuje, lo acorraló a Racing contra el arco de Arias y llegó al empate con gol de Andrés Chavez. El tanto anulado por mano previa le dio vida a un equipo que asume un riesgo mayúsculo al tomar esta postura de repliegue.

El ingreso de Johan Carbonero por Solari buscó darle una vía de escape al equipo con la velocidad del colombiano. Más tarde, los ingresos de Baltasar Rodríguez y Roger  Martínez por Zuculini y Maravilla ordenaron al cambio con una línea de cuatro, Sosa de cinco, dos internos y tres atacantes. Pero esto no tiene respaldo sin poder hacerse de la herramienta, la pelota. Sin ella el equipo siguió jugando a lo que pretendía Coquimbo. Un par de contras no resueltas por Rodríguez y Carbonero extendieron las chanches del Pirata en busca del empate.

El cierre fue desprolijo si tomamos como punto de partida los casi 40 minutos de dominio absoluto en el primer tiempo. El equipo se desdibujó minuto a minuto y dejó crecer a un rival que a puro empuje le complico el partido. La falta de resolución en el área rival y la postura ya mencionada fueron un riesgo que Racing corrió y pudo pagar caro. Sumo su tercera victoria y es líder de la zona pero desde el juego dejó una sensación ambigua que deberá corregir.

Paolo Cella

@EspeRacinguista

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Racing le ganó 4 a 0 a Belgrano de Córdoba pero no le alcanzó para clasificar a los cuartos de final de la Copa de la Liga. No depender de sí mismo hizo estéril esta victoria que quedará en anécdota. El pecado de los puntos perdidos de local será el peso que llevará consigo este equipo que se armó para pelear este torneo hasta el final y ahora verá la definición por televisión. Los  goles fueron de Maximiliano Salas, Adrián Martínez. Baltasar Rodríguez y Roger Martínez.

El primer tiempo de Racing en Córdoba bien podría definirse con una palabra: contundencia. Con un plan de juego claro y perceptible, la búsqueda directa a sus tres delanteros. Maximiliano Salas por derecha, Adrián Martínez por el centro y Santiago Solari en la izquierda quedaron “descolgados” del equipo, como apartados. Esa decisión colaboró para que el equipo salte líneas ante Belgrano. El Pirata, en ese comienzo y luego de la apertura del marcador, le cuestionó el mando del partido a la Academia.

Sabremos luego si fue un plan de juego o el resultado de no poder  imponer  sus condiciones, pero lo cierto y concreto fue que así llegó el primer gol. Un saque largo de Gabriel Arias, el posteo de Adrián Martínez para que Santiago Solari desborde y saque el centro atrás para la llegada en el punto del penal de Maximiliano Salas. Sin pasar por los volantes  o la construcción desde el fondo, el equipo de Gustavo Costas abría el marcador.

Belgrano asumió todavía más aquella discusión del mando en las acciones del juego con lanzamientos para Barinaga a espaldas de Facundo Mura. Del otro lado el peruano Reyna ante Gastón Martirena presentaba el otro duelo de la noche en ataque para el equipo de Juan Cruz Real. Cargando con cinco futbolistas el área el equipo local inquietó algo a Racing que no tenía contención en la zona media. Bruno Zuculini y  Agustín Almendra jugaron muy cerca de los tres centrales.

El segundo gol de Racing tras el rebote capturado por Maravilla aquietó algo el ánimo local pero no varió la postura de la Academia. El juego directo seguía siendo la vía de escape ante la falta de sumatoria de pases. La tentación de ubicar a alguno de los tres atacantes le resolvió esa porción del partido al equipo de Gustavo Costas. Directo y contundente.

El segundo tiempo se presentó con la postura habitual de este equipo cuando se va al descanso en ventaja. Un retroceso marcado para invitar al rival a dar un par de pasos adelante y atacar los espacios que pueda dejar en su última línea. Un riesgo que corre pero asume como estrategia ante escenarios favorables en el resultado. Belgrano no tuvo más que empuje para intentar recortar la distancia en el marcador.

Tardó Racing en encontrar esa chance para estirar el resultado. Lo tuvo Maximiliano Salas luego de una asistencia de Adrián Martínez, eludió al arquero Losada pero Troilo llegó justo al cierre. Fueron situaciones parecidas que se le presentaron a la Academia con espacios para poner a algún delantero a correr de cara al arco Pirata. La imprecisión en la ejecución de ese último pase lo privó de sentenciar antes el partido.

Sucedió algo que alteró el desarrollo del juego durante un breve lapso de tiempo. A la victoria de Boca se le sumó el gol de Defensa y Justicia que hacia inútil cualquier triunfo de Racing. El equipo pareció acusar el golpe y se fue del partido algunos minutos. Le tomó un tiempo reencausar el ánimo y volver al juego para terminar el compromiso como correspondía.

Cuando lo hizo Baltasar Rodríguez y Roger Martínez se encargaron de sellar la goleada por 4 a 0. Ahora sí el equipo de Gustavo Costas era otra vez directo y culminaba con gol cada avance en campo rival. Belgrano ofreció espacios por todos lados y de haber resuelto mejor otros ataques casi en superioridad numérica la goleada podría haber sido más abultada.

La victoria en Córdoba tiene la sensación ambigua porque no alcanzó para clasificar. Racing no dependía de sí mismo y ese pecado será su mochila por mucho tiempo, al menos mientras este en desarrollo el resto de las competiciones. Los puntos perdidos de local ante Unión, Sarmiento, Godoy Cruz y Defensa son un castigo severo para un equipo que se armó para clasificar y llegar más lejos en esta Copa de la Liga.

Paolo Cella

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Racing le ganó 3 a 0 a San Martín de Burzaco por los 32vos de final de la Copa Argentina con goles de Adrián Martínez, Johan Carbonero y Maximiliano Salas. El equipo de Gustavo Costas recién pudo abrir el marcador a los 12 minutos del segundo tiempo tras una etapa inicial donde no pudo imponer la diferencia de categoría. Sobre el cierre de ese primer capítulo Lautaro Maldonado le atajó un penal a Santiago Sosa. El rival en la siguiente instancia saldrá de Instituto de Córdoba y Talleres de Remedios de Escalada. El juego otra vez quedó en él debe.

Entre convocatorias a selecciones, lesionados y rotación de futbolistas Racing presentó un equipo inicial con nombres que precisaban sumar minutos. Facundo Cambeses, Marco Di Césare, Ignacio Galván (que salió lesionado), Leonel Miranda, Baltasar Rodríguez, Agustín Urzi y Johan Carbonero comenzaron de arranque en este estreno por Copa Argentina. Aún con tanto cambio respecto de la formación que suele repetirse por Copa de la Liga, la Academia no pudo imponer la diferencia de jerarquía en el juego hasta entrado el primer tiempo.

San Martín de Burzaco, equipo de la Primera B, tercera categoría del fútbol argentino, intentó hasta donde el físico le permitió presionar alto. Para sorpresa de Racing, esta postura inicial del rival complejizó el trámite del partido hasta los 25 minutos del primer tiempo aproximadamente. A partir de allí la Academia comenzó a saltar líneas para ubicar a Miranda o Baltasar, como punto de partida o los lanzamientos cruzados para Carbonero y Mura, bien abiertos para ensanchar el campo.

Le costó a pesar de todo poner futbolistas de cara al gol. Salas como centro delantero quedó encajonado y Carbonero no finalizaba cada intervención suya  con aciertos. Mauro Bazán, ex Racing, ajustó la marca y el colombiano no pudo ganarle más duelos. El juego por dentro no aparecía y la alternativa de Mura por derecha no encontraba resoluciones favorables. Apagado Baltasar, desconectado Urzi y sin sumatoria de pases, el partido era cómodo para San Martín.

Sobre el final del primer tiempo pudo romper el cero con el penal sobre Gabriel Rojas, que también salió lesionado, pero otra vez un cónclave en el punto del penal termina con una definición errada. Sosa, Salas, Rojas y Rodríguez alrededor del punto del penal. Finalmente fue el ex River quién tomó la posta y Maldonado le atajó el disparo.

Con los ingresos de Adrián Martínez y Gastón Martirena por Urzi y Rojas, el segundo tiempo tuvo otro desarrollo. La presencia del goleador de Racing liberó a Salas de la zona central y el ex atacante de Instituto tuvo dos situaciones de gol en un puñado de minutos. La que quedó mano a mano, tras asistencia de Salas, fue la que abrió el marcador. La ventaja en el resultado liberó a Racing de tensiones y le bajó la efervescencia al  rival, que acusó el golpe y exhibió la merma física producto de la diferencia de categoría.

Lo que quedaba de partido precisaba de una sentencia de parte de Racing para evitar sobre saltos. La Copa Argentina en general y la Academia en particular saben de episodios extravagantes y resultados sorpresivos. Por eso el segundo gol, el de Carbonero, le puso el sello al partido. Quedó tiempo para que Salas anote su primer gol con esta camiseta y rompa así su sequía.

Racing no jugó bien y ganó en su estreno por Copa Argentina. Después del clásico no lo había hecho y pasaron cuatro partidos. Sirve para enfocarse en el cierre de la Copa de la Liga donde no le queda margen de error para meterse en los cuartos de final. Hoy hizo lo que tenía que hacer y punto. No le sobro nada.

Paolo Cella

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@Paolo_Cella

Platense y Racing empataron 0 a 0 en el estadio Ciudad de Vicente López por la octava fecha de la Copa de la Liga. La Academia no jugó bien y sufrió el enredo propuesto por el equipo local, que lo fue llevando a su plan de partido sin pasar sobresaltos. En deuda desde el juego, los  de Gustavo Costas sumaron 4 de 6 en esta gira que inició con el triunfo en el clásico y la igualdad de hoy. Sumar de a tres ante Sarmiento en el Cilindro será imprescindible para las aspiraciones de clasificación a los cuartos de final de la Copa de la Liga.

Lo primero que debemos resaltar sobre los primeros 45 minutos en Vicente López es que Racing jugó mal. Por supuesto que hubo méritos de Platense para que esto suceda pero el equipo de Gustavo Costas no resolvió nunca ese obstáculo que fue el Calamar en la parte inicial del juego. Con el estreno de la dupla Orsi y Gómez en el banco, el equipo local espejó el esquema de la Academia y lo llevó al terreno más cómodo para el Marrón.

La incorporación de Baltasar Rodríguez por Juan Fernando Quintero no tuvo la incidencia que se esperaba en el equipo. Necesitado de dosificar los minutos del colombiano, con algunas secuelas que el físico no deja de lado, Racing careció de ese futbolista que imagine cosas diferentes. Agustín Almendra no pudo asumir el rol de conductor ni tampoco asomó el juego colectivo que pudiera poner a la Academia con ventaja sobre el local.

La única alternativa que presentó Racing fueron los lanzamientos directos a Adrián Martínez y Maximiliano Salas pero tampoco tuvo continuidad ante cada búsqueda en ataque. Platense defendió con tres, Vázquez, Picco y Susso, a los dos delanteros de la Academia. Sin amplitud  por los laterales, con poco juego interior y más tiempo jugando el partido que pretendía el Calamar, la dupla de ataque quedó aislada y sumergida en la red de los tres centrales marrones.

Además Platense detectó los lugares por donde atacar a Racing. Como Luna en el clásico, entre Facundo Mura y Tobías Rubio, esta vez fue Cristian Ferreyra detrás del ex Estudiantes y Nazareno Colombo, que reemplazo al joven defensor de las inferiores. Un centro cruzado desde aquél sector que Ronaldo Martínez le bajó de cabeza a Ocampo y el remate por encima del travesaño fue la más peligros del equipo local. Presión ante cada pérdida y doblar las marcas en toda la cancha. La receta de Platense fue más eficaz ante un equipo espeso, sin cambio de ritmo y  sin soluciones para sortear al rival.

Costas entendió que a Racing le faltó imaginación y cambio de ritmo para el segundo tiempo. Por eso de arranque nomás ingresaron Juan Fernando Quintero y Roger Martínez por Rodríguez y Salas. Algo más de claridad en la elaboración seguramente era lo que pretendía el entrenador pero no pudo desarrollar la idea. Salvo aquella clara situación de Adrián Martínez tras la conexión entre Almendra y  Roger donde el ex atacante de la Gloria abrió su remate, el equipo no tuvo volumen de juego.

Después el partido siguió teniendo los matices que Platense pretendía, con reducción de espacios, marcas bien cercanas a los posibles receptores  de pase y la búsqueda con envíos largos a sus atacantes, saltando líneas y tratando de buscar las espaldas de los laterales. Siempre el Calamar pareció estar más cómodo con el trámite de partido que Racing. Costas incluyó a Santiago Solari por Mura para tratar de darle más profundidad en ataque con el ex Defensa y Justicia, pero el delantero devenido en volante no logra resolver con eficacia lo que su desequilibrio provoca.

El empate le queda mejor al partido y sobre todo al local. Racing, dada sus aspiraciones, deberá tomar la localía como punto de partida para esta recta final donde enfrentará rivales directos y otros con peleas ajenas a la tabla de arriba. Será una tarea para el hogar encontrar soluciones ante escenarios como este de espacios reducidos y partidos donde las oportunidades serán escasas. Tener tanto banco puede ayudar a resolverlo pero también a apresurar la toma de decisiones.

Racing jugó mal y el empate es justo. Pero era un partido para sumar de a tres por el presente de su adversario. El envión del clásico tuvo un freno en Vicente López, ahora a recuperarse en casa para volver a sumar de a tres.

Paolo Cella

@EspeRacinguista

@Paolo_Cella

Triunfo de Racing en la fecha de los clásicos por 1 a 0 con gol de Adrián Martínez a los 17 minutos del segundo tiempo. Con una actuación correcta y sobria, la formación de Gustavo Costas se trae tres puntos de la casa del vecino en la fecha 7. Buenas actuaciones individuales de Santiago Sosa, Agustín García Basso y Bruno Zuculini para entender algunos lineamientos que justifiquen un triunfo merecido y necesario para el futuro de la Academia en la Copa de la Liga.

Los primeros 45 minutos fueron equilibrados en el clásico de Avellaneda. Con mucho tiempo de juego, sin interrupciones y dos equipos que buscaron lastimarse a partir de movimientos tácticos bien claros, fáciles de identificar pero que ninguno pudo obstaculizar. Hasta los 25 se atacaron pero a partir de allí comenzaron a tomar mejor las marcas y los arcos quedaron más lejos. Mejor inicio local hasta que Racing logró lleva el partido a su punto más cercano. Lo tuvo Maximiliano Salas pero Rodrigo Rey se lo sacó con su pie izquierdo en lo que fue la situación más clara del primer tiempo.

El ingreso de Facundo Mura por Santiago Solari buscó seguramente darle más respaldo a Juanfer Quintero y trabajar así más libre el colombiano. No sucedió nada de eso por dos cuestiones bien marcadas: el buen partido de Alex Luna que le sacó dos amarillas a Facundo Mura y Tobías Rubio. El ex Atlético Rafaela fue lo más gravitante del equipo de Carlos Tévez. Ocurrió que Quintero está tocado y se notó. Aislado en la derecha, sin respaldo del lateral de ese sector que le permita generar el dos contra uno, la cancha le quedó lejos a Juanfer.

Racing se acomodó tras ese inició dubitativo y atacó mejor por izquierda donde Gabriel Rojas jugó con ventaja sobre la espalda de Mauricio Isla. A medida que Agustín Almendra aparecía en el partido el equipo de Costas crecía en suma de pases y juego pero sin poder trasladarlo en peligro para el arco de Rey, a excepción claro de aquella mencionada de Salas tras asistencia del ex Boca. Parejo primer tiempo, con ratos para cada uno de supremacía pero sin terminar de romper ese equilibrio que los hizo terminar 0 a 0 la primera mitad.

El desequilibrio de Luna por un lado y las espaldas de Fedorco y Laso para los piques de Salas y Martínez fueron los puntos de emoción para cada ataque. Aun así el último tercio del campo de juego les quedó lejos de poder ser explotado y el cero tenía mayor justicia con lo que había sucedido hasta allí.

Con Nazareno Colombo por Rubio, Costas quitó a uno de los dos amonestados de ese costado derecho buscando acotar margen de error y no dejar detalle suelto. Comenzó mucho más cortado el complemento respecto del primer tiempo, sin tanta fluidez en el juego y la sensación de que ese trámite sería el dominaría las acciones. Así hasta el minuto 17 cuando el partido sufrió el quiebre que rompería la tarde.

Juanfer, sin aparecer demasiado hasta allí, tocó hacia adelante para Zuculini y Bruno lo puso a correr a Adrián Martínez, el delantero eludió a Rey y definió de derecha para poner el 1 a 0, no sin antes atravesar el suspenso de la revisión del VAR. A partir de allí el partido entró en la zona de desesperación del local que comenzó a acumular delanteros, con los ingresos de Maestro Puch y Matías Giménez  más Santiago Toloza.

Lejos de refugiarse la Academia paró la última línea en tres cuartos, obligando al local a jugar largo y con centros. Al poner tanta gente adelante le quitó claridad a sus ataques, no es que haya tenido tanta tampoco, y le dio referencias  a la defensa de Racing. El ingreso de Santiago Solari y Baltasar Rodríguez por Salas y Quintero fue pensado para darle una vía de escape más ligera al ataque pensando en los espacios que dejaría el local.

Lo pudo liquidar antes Almendra tras la habilitación de Quintero antes de salir o de tener algo más de tranquilidad en la toma de decisiones. La tensión en aumento y el valor de lo que se estaba obteniendo era un condicionante para comprender porque el equipo no podía resolver con sabiduría esos escenarios favorables de espacios en ataque.

Apoyado en la firmeza de Santiago Sosa y Agustín García Basso, el influyente partido de Bruno Zuculini y la exigencia de Adrián Martínez en ataque Racing puede encontrar las razones de una victoria justa, necesaria y oportuna. Ganó 6 de los últimos 9 clásicos y sale de esta fecha de los clásicos crecido en ánimo, juego y carácter.

Una maravilla

Paolo Cella

@EspeRacinguista

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