El domingo a las 17 horas comienza la competencia oficial para Racing. El duelo ante Gimnasia y Esgrima de La Plata marcará el puntapié inicial de un 2022 con triple competencia en el primer semestre. La Copa de la Liga, Copa Sudamericana y Copa Argentina serán los objetivos primarios de aquí a mitad de año. Con un plantel aún carente de materia prima y un entrenador sujeto a revisión, la exigencia será inmediata para conseguir resultados que sostengan el proyecto y den aire para poder trabajar sin la mochila de un 2021 nefasto, plagado de improvisaciones y sin un plan de trabajo. Es urgente la necesidad de Gago y su plantel para congraciarse con el público pero sobre todo con rendimientos ausentes la pasada temporada.
Racing no tuvo un 2021 agradable desde lo deportivo. Tuvo tres entrenadores principales que no lograron optimizar los rendimientos individuales de los futbolistas y mucho menos el aspecto colectivo. A falta de algunos días para el cierre del mercado de pases se presenta Cardona como la oferta más convocante y preocupa la ausencia de un volante central y otro centro delantero. ¿Qué aporte le darán cada uno de los refuerzos a este equipo?
La inversión más importante fue la compra del 50% de la ficha de Edwin Cardona. El ex futbolista de Boca tiene aptitudes técnicas que lo posicionan por encima de muchos de sus nuevos compañeros. Con cuestiones extra futbolísticas que ponen un manto de duda sobre su profesionalismo, el colombiano es el jugador taquillero de este mercado de pases. Su calidad e imaginación será clave para nutrir de juego a un equipo que no pudo hilvanar secuencias de fútbol estables durante 2021.
Ya se expresó Fernando Gago y dijo que puede jugar de extremo o interior. Preferentemente con el punto de partido establecido en la zona izquierda, su inclusión en el equipo será clave para contagiar a sus compañeros a jugar con él. Por citar un futbolista que puede llegar a forjar una sociedad interesante con Cardona podemos mencionar a Eugenio Mena. El lateral pedía a gritos un volante que entienda los tiempos, para saber cuándo pasar, si es opción de pase o marca el desdoble para generar la superioridad numérica sobre el rival.
Alcaraz es otro que podría nutrirse del juego de Cardona, para continuar su buen cierre de año, y ahí tendría Racing una mezcla para forjar buenos minutos de juego. Con un volante central que respalde la postura ambiciosa que imagina su entrenador, podría ser mejor.
Los aportes de Cardona marcarán además el pulso del equipo de Gago, que precisará un inicio sin dudas para despejar el pasado inmediato de resultados adversos. La suerte de Cardona y el entrenador casi que será una. La apuesta es absoluta de parte del técnico por el jugador colombiano.
También llegó Facundo Mura, lateral con pasado en selecciones juveniles y de paso por Estudiantes, de dónde surgió, y Colón, club en el cual ganó la Copa de la Liga ante Racing. Llega para reforzar una zona donde Cáceres y Schelotto no dieron la talla y siempre juega Pillud. Si refuerza aquella percepción que pesa sobre él de un lateral criterioso para pasar al ataque, ganará varios casilleros en la consideración.
Además llegó Emiliano Insúa, de paso reciente con Gago por Aldosivi, para sumarse al pelotón de centrales zurdos: Prado, Orban y el regresado Piovi. El ex Liverpool y Atlético Madrid, entre otros, perdió su lugar cuando Palermo asumió en el Tiburón. Su llegada es una incógnita y será el tiempo y los partidos los que respondan todas las dudas.
Jonathan Gómez es una sorpresa más en este mercado. Relegado por Gabriel Milito en Argentinos, llega a préstamo para sumarse a la zona de volantes, donde imaginamos competirá con Alcaraz, Moreno o Miranda, para ocupar un lugar como interno. Allí jugó en la Paternal durante su estadía en Juan Agustín García y Boyacá. Extraño refuerzo que empezaremos a entender el porqué de su arribo cuando Gago lo explique en palabras o en el campo.
Es Gabriel Hauche el refuerzo de mejor actualidad que llegó a Racing. Determinante en Aldosivi desde su llegada, también fue excluido por Milito en Argentinos. Acaso la búsqueda de llenar el vestuario con vínculos más cercanos al club tras la salida de Lisandro, el Demonio estuvo vigente en el segundo semestre de 2021. Competitivo y profesional, dará exigencia a sus compañeros de ataque.
A falta de un volante central y otro delantero de área más rutilante, Gago parece haber conformado un plantel a su gusto. Deberá ahora imponer su idea y confirmar todo eso que pregona desde la palabra. No hay margen de error.
Paolo Cella
@EspeRacinguista
@Paolo_Cella
Racing cerró un 2021 que deportivamente lo encuentra en claro retroceso, si comparamos el estado de situación un año atrás. Jugó dos finales y las perdió sin competir, se fue de la Copa Libertadores en octavos de final y se sostuvo en puestos de Sudamericana porque es generoso el cupo otorgado. Aunque muchos nieguen la realidad, ya son algo más que 50 personas las que notan el deterioro de prestigio al que fue sometido el club en tan solo 12 meses.
El domingo al mediodía, a menos de 24 horas de su despedida del club, Darío Cvitanich declaró en Radio La Red que “Racing venía bien, estaba teniendo un proyecto. Todo empezó a desmoronarse con la salida de Diego Milito. Y este año fue un gran retroceso. Ahora hay que empezar de cero”. Palabras de un referente del plantel que llegó bajo la gestión deportiva de Milito para aportar sus características a la nómina que por aquél entonces conducía Eduardo Coudet.
El escenario hoy es este, con un equipo clasificado a la Copa Sudamericana en la última fecha, que finalizó 15to sobre 26 equipos y sólo le ganó a uno de los que están por encima suyo en la tabla: Aldosivi, dirigido en ese entonces por Fernando Gago y mejorado tras su salida y el arribo de Martín Palermo. Racing jugó dos finales, una heredada del ciclo Coudet (postergada por la pandemia) y la otra a la que llegó por mérito del entrenador que condujo ese ciclo, Juan Antonio Pizzi, y sus futbolistas. Ante River y Colón sufrió ocho goles en contra y no compitió nunca.
Durante el ciclo Pizzi el equipo no tuvo una identidad y se sostuvo en competencia por aquellos valores de jerarquía que aún permanecían en el club y que llegaron bajo la gestión de la Secretaría Técnica y Coudet. La contratación de Pizzi, elección del asesor Capria, no tenía fundamentos para continuar la línea sucesoria de entrenadores que Racing venía seleccionando. Incluso a Capria le cuesta definir su rol sin empantanarse en frases edulcoradas con escasa definición. De yapa, avaló el interinato de onda que condujo Claudio Úbeda tras la demora inexplicable en contratar un técnico de perfil adecuado y dijo sí Víctor, cuando el Presidente le presentó a Gago mientras firmaba el contrato.
La evaluación deportiva y financiera de las contrataciones no tiene sustento alguno. Los préstamos de Lovera y Novillo contenían características disimiles pero que hacían suponer lo obvio, cesiones que no durarían más que el año calendario y sin proyección a futuro. Por el volante ex Rosario Central una opción de 5 millones de euros, ajena a la economía argentina y de Racing sobre todo. Lo que hicieron con el defensor de Belgrano es poco serio. Amén de sus cualidades como futbolista, especularon con la cantidad de partidos para no tener que ejecutar la opción de compra.
Repasar las calidades de los préstamos y opciones de Tagliamonte, Chancalay, Moreno y Copetti, por quienes se prevé una compra, invita a debatir el proyecto de club imaginado por Blanco y compañía. Si buscamos razones para hacerle un contrato a Alegre Rojas hasta 2025 para jugar en reserva, empezaremos a sospechar que la planificación en Racing no parece ser la indicada.
Algún dirigente de estos que Blanco tuvo que amontonar en la lista para dejar a todos conformes, larretistas y kirchneristas, con beneficios de palco y protocolo, pero ajeno al sentir del socio e hincha, anda de buenas celebrando el 8vo año consecutivo participando en copas. Para que nadie se enoje y pueda seguir gozando de esos beneficios, la comisión directiva no hace el ejercicio de la crítica. A ver si todavía se pierden los beneficios.
Racing sigue participando de copas, en este caso la Sudamericana, el objetivo de mínima. Clasificó en el último lugar disponible luego de estar, nobleza obliga bajo la conducción de Pizzi, en puestos de copa Libertadores. Y perdió dos finales con goleada. ¿Qué festejan?
El retiro de Lisandro López no es solamente la despedida de un ídolo. Deja a Racing con su escudo a merced de un grupo de gente que se siente dueña del espacio que ocupa. Legítimamente ganado en las urnas, ese espacio es siempre provisorio hasta el próximo acto eleccionario. El conformismo de esta conducción, que con méritos construyó su momento, es hoy el techo de un club que deberá competir desde ese lugar mientras otros clubes de menor envargadura sueñan con un mejor presente y lo construyen.
Racing se estacionó en la medianía y no pretende romper esa línea. No al menos si nos guiamos por las decisiones de su Presidente, que elige amontonar voluntades y no herir susceptibilidades para dejar ir a quienes pretenden un club competitivo, en marcha y con obras que trasciendan la gestión. El maquillaje se corre como los jugadores le erran al arco. Y cuando la pelota no entra, en un club como Racing, aflora todo lo malo.
Le costó mucho recuperar la democracia a Racing. Incluso Blanco es una creación de una ruptura (Cogorno – Molina) que evocó los peores temores. Emergió de esa crisis y pudo enderezar el camino, no sin sobresaltos. Sus años más prósperos coinciden con la presencia de Milito, adentro o afuera de la cancha. Ojalá que de aquí a 2024 entiendan que pidiendo ayuda no se muestran débiles sino inteligentes.
Racing está por encima de cualquier nombre.
Paolo Cella
@EspeRacinguista
@Paolo_Cella