El domingo por la tarde se juega una nueva edición del clásico de Avellaneda. Más allá del interés que obviamente nos despierta Racing, desde hace tiempo los grandes medios han prescindido prácticamente de darle espacio a cualquier cosa que no sean Boca y River. La inmediatez de cualquier cosa que suceda en esos dos equipos perjudica al resto de los hinchas de los demás equipos. Anoche en Junín solo dos medios partidarios de la Academia asistieron a la conferencia de prensa de Fernando Gago.
Es moneda corriente por estos días escuchar la queja de los hinchas del resto de los clubes, e incluso de algunos de los implicados, sobre la exasperante cantidad de tiempo que se le dedica a River y Boca en los medios deportivos masivos del país. Para colmo hay tres o cuatro señales que concentran la mayoría del aire televisivo y/o radial. Si queda algo de tiempo hacen un recorrido relámpago para saber algo del resto, casi como una cuestión protocolar.
El clásico del próximo domingo debería tener mayor atención que tan solo un pantallazo el viernes previo, como viene sucediendo en el último tiempo. Aún con presentes deportivos menos convocantes que otros tiempos, a pesar de que Racing arrastra unos cuantos años en la parte alta de la tabla, este partido debe representar una atención mayúscula para los medios masivos. Es el segundo partido con más convocatoria de la Argentina. Ni hablar del aporte en títulos de ambos.
Por nuestra parte, desde Esperanza Racinguista venimos prestando atención a este partido desde hace varias semanas. Incluso casi desde el comienzo del torneo dada la cercanía del clásico con el inicio del campeonato. Anoche en Junín a la conferencia de prensa de Fernando Gago asistieron dos medios partidarios, uno de ellos era este. Sino le damos trascendencia desde nuestro lugar, será difícil que los grandes medios presten sus cámaras y micrófonos.
Está claro que los tiempos que corren son bien distintos. Las realidades de ambos clubes son diferentes en el plano deportivo e institucional, pero no merecen apenas un par de minutos el viernes antes del cierre o el vacío periodístico que se le viene propinando hace tiempo. La palabra del entrenador de Racing previo esta clase de partido ameritaba mayo cobertura. No parecía la antesala de un clásico.
¿Qué si hay temas? Claro que los hay. Los antecedentes cercanos, estrategias de uno y otro, que punto de cocción tiene cada uno cuando aún están en formación, el arbitraje, los antecedentes favorables de Racing en el clásico, etc. Recién anoche después del partido se empezó a percibir periodísticamente que los medios pusieron el foco en el clásico del domingo. Si nosotros no le damos contenido al público para que salga de los lugares obvios y visite a los medios partidarios con mayor frecuencia, nadie lo hará por nosotros.
No le bajemos el precio a nuestro partido.
Paolo Cella
@EspeRacinguista
@Paolo_Cella
Racing se quedó en dos semanas afuera de sus objetivos más importantes en el semestre. Con diferentes matices en cada caso, pero eliminado al fin. Las buenas intenciones del entrenador y su capacidad para mejorar futbolistas chocaron contra la inevitable falta de jerarquía en los tramos finales de los torneos y en el terreno de juego. Sin capacidad para dar el salto la Academia quedó al descubierto de una planificación sin ambición. En apenas una semana comienza la nueva Liga y el panorama en cuanto a mejorar el plantel no parece tener un cambio de rumbo.
A principios de este año, cuando todavía Fernando Gago no había cosechado el fruto de su trabajo, todos en Racing gritaban a los cuatro vientos que a este equipo le faltaban un 5 y un 9. Dos futbolistas nada más y nada menos, que ayuden a mejorar al resto. Desde la competencia interna fomentar esta sana competitividad donde todos verían un beneficio, porque esto exigiría a cada uno de los jugadores a dar el máximo para ganarse un lugar y además dotarían al plantel de más variantes. Pero no llegó nadie.
Ante la lesión de Mauricio Martínez incluso el club optó por dejar pasar la oportunidad de sumar algún elemento que pueda aportar más alternativas a Gago. Desde la palabra del asesor deportivo Rubén Capria volvió a quedar claro esto. No hacía falta ni un 5 ni un 9. El razonamiento debería ser que, si el técnico había mejorado tanto a estos futbolistas, seguro se podría arreglar de ahí en más con lo que tenía para afrontar la Copa de la Liga y la Copa Sudamericana. El golpazo del jueves ante River de Uruguay expuso una vez más que sin ambición no es posible conseguir nada. Ni siquiera lo intentaron.
Racing fue el mejor de la etapa regular de la copa doméstica por puntos. Se quedó con su grupo y se fue de la competencia sin perder un sólo partido. Perdió por penales ante Boca y es cierto que durante buena parte de aquel juego fue superior. Pero le cayó encima todo el peso de la ausencia de jerarquía para resolver esta clase de duelos. Defensivamente no habrá reproches, pero adelante, donde se define la otra parte del asunto, careció de elementos para dar ese salto. Las resoluciones quedaron en los pies de Chancalay o depender de los esfuerzos de Copetti.
En la Copa Sudamericana la situación fue distinta. Dependía de sí mismo y con empatar de local ante el ya eliminado River de Uruguay pasaba a los octavos de final. Sin Leonardo Sigali y Gabriel Hauche lesionados, el entrenador cuidó a Aníbal Moreno. Si le sumamos a Matías Rojas también alejado por una lesión y a Enzo Copetti suspendido, el plantel quedó reducido a un grupo más corto en cuanto a variedades, otra vez en la zona donde se precisa algo más que esfuerzo para resolver los partidos.
Javier Correa erró todas las que tuvo. Sin participación dentro del área de Chancalay y Cardona, cuando el entrenador tuvo que mover las piezas ingresaron Fabricio Domínguez por Jonathan Gómez y Benjamín Garre por el colombiano. Los otros relevos eran el arquero Daniel Juárez, los defensores Piovi, Cáceres, Pillud y Schelotto; más los volantes Moreno, Tanda y Quirós. Entre lesionados, suspendidos y falta de planificación, este plantel pagó caro la falta de ambición en el momento más sensible de la temporada.
Nadie podrá reprocharle a Fernando Gago que no evolucionó respecto de su inicio en Racing. Incluso logró que varios futbolistas observados de reojo por su capacidad para vestir esta camiseta revirtieran esa situación y mejoraran sus rendimientos. A excepción de Cardona, los otros refuerzos que llegaron aportaron lo suyo. Colectivamente la mejora fue sustancial respecto a los juegos con los que cerró el 2021 y el equipo tiene una identidad bien manifiesta, reconocible ante los ojos del espectador y que convence puertas adentro.
Pero para dar ese salto que le permita trascender este escenario le hace falta un poco más de calidad individual. Este pedido no tiene la sentencia del diario del lunes, hoja de ruta trazada siempre que los resultados no acompañan, sino que es producto de una advertencia no escuchada a principios de año cuando se percibía la falta de recambio en sectores que son sensibles para un equipo que tiene pretensiones de competir, pero también de capturar alguna de las cuatro competencias anuales. Ya pasaron dos y Racing se quedó con las manos vacías.
Y la sensación es que con un poco más de ambición en la inversión se podría haber dado ese paso que Racing viene precisando hace rato. Mientras River y Boca agrandan la brecha ante el resto e Independiente y San Lorenzo se ahogan en sus penas, Racing abraza su zona de confort y no busca pegarse ni siquiera al tren que las dos fuerzas más poderosas del país conducen. Sigue sin tomar riesgos y se queda en ese lugar cómodo.
De 2019 a la fecha han sido muchas las oportunidades que el club dejó pasar. Sin ambición seguirán pasando de largo. Es hora de crecer en serio.
Y eso es responsabilidad de la dirigencia, que también convive con la cómoda y no sale de su lugar de estancamiento por temor a romper la monotonía de una conducción que puso el piloto automático en modo vamos viendo.
Paolo Cella
@EspeRacinguista
@Paolo_Cella
Racing celebra hoy su 119º aniversario. El presente deportivo permite saludar con entusiasmo el futuro sin dejar de observar que fuera de lo estrictamente vinculado a la pelotita, el club, sus dirigentes, aún deben respuestas a situaciones irresolutas, promesas incumplidas y deudas en materia de infraestructura. Este ítem, como tantos otros, suele ser dejado de lado por la crítica cuando la pelota entra. Por eso, en este momento de liderazgo y tras ganar el clásico, es imprescindible seguir poniendo el foco sobre las deudas que aún tiene por saldar esta dirigencia.
@Paolo_Cella