Racing y Central Córdoba de Santiago del Estero empataron 1 a 1 por la fecha 12 de la Copa de la Liga con goles de Roger Martínez y Mateo Sanabria en el minuto 90. El equipo de la dupla jugó mal y fue dominado en todo el partido por la visita, que se plantó sin prejuicios para jugar de igual a igual e impuso su plan. La Academia atraviesa un desenlace de temporada desencantador, rehén de una dirigencia que no asume su rol y aguarda el fin de temporada a pura improvisación.
El ingreso de Emiliano Vecchio por Gabriel Hauche fue la única modificación en relación al partido jugado el miércoles en Florencio Varela. Esta variante podía suponer una búsqueda por mayor control de pelota, para evitar un partido de transiciones rápidas, y la intención de ubicar un futbolista cercano a Roger Martínez con una imaginación que no abunda en el plantel y frente a un rival que presentaba una línea de cinco defensores.
Nada de eso dio resultado y la formación que dispuso Omar De Felippe, el entrenador del Ferroviario, tuvo el control del partido. De principio a fin, aún con Racing en ventaja a 20 minutos del final del partido, los santiagueños tuvieron su plan de juego bien claro. Por el contrario, la Academia padeció todo el encuentro, sin poder manejar la pelota y no encontrando soluciones a la amplitud que tenía la visita en la mitad de la cancha. Los dos laterales fueron más volantes que defensores y así Central Córdoba ganó el medio.
Salvo aquella excursión ofensiva de Gabriel Rojas por izquierda que Gustavo Canto despejó en la línea, Racing no pudo jugar en el último tercio del campo. Fueron dos remates de media distancia los que exigieron a Matías Mantilla, el primero de Agustín Almendra y el otro de Gonzalo Piovi. Sin soluciones por afuera, con Roger desconectado del resto y el rival achicando espacios, el equipo de Grazzini – Videla fue un conjunto deslucido.
El ingreso de Agustín Ojeda por Baltasar Rodríguez quizás tuvo intenciones de darle aceleración allí donde el equipo no tenía cambio de ritmo. Insinuó alguna intención de posicionarse más alto y tomar el control del partido pero está carente de ideas, pesado en su andar y con una carga que arrastra y le impide progresar. Mientras esa tendencia iba cayendo el Ferroviario volvía a retomar su trabajo. La soledad con la que Mauro Pittón jugaba era el indicador de que algo no andaba bien en Racing.
Hubo un punto que pudo ser de quiebre en el partido. De aquella atajada de Gabriel Arias al gol de Roger Martínez pasó un lapso muy breve. Racing capturó la ventaja cuando parecía merodear la caída de su arco. Ya con Gabriel Hauche y David González por Vecchio y Almendra, el 1 a 0 debió haber sido de aplomo, retomar energías y asumir el golpe de pasar al frente en un partido que nunca estuvo cómodo para Racing.
Pero el mentón de este equipo es frágil. Sigue padeciendo la falta de interpretación de los momentos de los partidos y sin corregir donde todos ven el lugar por dónde lastimar a Racing. Otra vez las espaldas de Rojas y Piovi fue el espacio elegido para atacar al equipo de la dupla. Un desborde en el minuto 90 hizo correr a toda la defensa hacia ese sector y el centro que cayó en el segundo palo fue un regalo divino para Mateo Sanabria que decretó la igualdad.
El empate es más acorde al trámite del partido. Racing paga caro su falta de interpretación del momento. No puede mantener su arco en cero ni cuando se pone en ventaja sin merecerlo. Pensar en una copa internacional a esta altura es mirar el árbol y obviar el bosque de problemas que tiene hoy este plantel el club.
Sin una dirigencia presente que asuma el momento y la realidad, la especulación de Víctor Blanco por aguardar el final de temporada para trazar un plan de escape es la condena que hunde a Racing en una agonía que se estirará al menos por dos partidos más.
Luego, como siempre, vamos viendo.
Paolo Cella
@EspeRacinguista
@Paolo_Cella
El arquero habló con los medios, una vez decretado el empate 1-1 ante Central Córdoba.
Arias se mostró muy molesto, por cómo se desarrolló el final del encuentro ante el conjunto Santiagueño. "Si no sabemos aguantar un resultado, sino podemos hacer un esfuerzo al final del partido para aguantarlo, es una mierda", disparó con un claro gesto de bronca el guardameta.
El neuquino dejó en claro que el empate no le sirve a Racing, en busca de clasificar a las copas. "Esto es una mierda. Es un resultado que no sirve para las aspiraciones que tenemos. Necesitamos ganar, ganar y ganar, es lo único que sirve", expresó el arquero de la selección chilena.
Por último, Arias envió un mensaje a sus compañeros. "Hay que convencerse de que se puede, pero si no hacemos un esfuerzo. Estamos en esos momentos que nos llegan y nos convierten", apuntó Gaby. Además, agregó: "Hay que repensar muchas cosas. Hay que estar al cien, no queda otra", finalizó el arquero académico
Gabi Souza
Twitter@gabisouza1990
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Empate en cero para Racing y Central Córdoba de Santiago del Estero en el Cilindro de Avellaneda por la fecha 8 de la Liga Profesional de Fútbol. La igualdad pone a la Academia por unas horas en la cima del campeonato, pero el desarrollo del partido desnuda la realidad de un equipo que suma pero no encandila. Compitió mejor desde el cambio de entrenador pero tiene aún asuntos por resolver con el ingenio y la creatividad si quiere sacar adelante juegos tan cerrados como este.
Nadie podía disimular el hecho de que un triunfo ponía al equipo de Claudio Úbeda en lo más alto de la tabla de posiciones y eso despertaba entusiasmo. Aun con esa realidad, el equipo acarrea cuestiones de creación de juego que lo exponen en escenarios como el de anoche. Central Córdoba no difiere tanta en cuanto a relieve de plantel respecto de Arsenal o Sarmiento, pero tiene ajustes tácticos más precisos en comparación con aquellos dos rivales que la Academia había vencido.
Desde ese punto de partida el Ferroviario puso a trabajar más de la cuenta a los volantes externos de Racing. Tomás Chancalay y Maximiliano Lovera tuvieron más recorridos en el retroceso en aquél comienzo de partido. Gonzalo Bettini y Jonathan Bay aplicaron sus marcas con mayor rigor y además los dos volantes que jugaron delante de ellos, Lucas Brochero y Alejandro Martínez juntaron las líneas para no darles margen de maniobra a los ofensivos de la Academia que van por afuera.
Con Eugenio Mena fuera por descanso, Fernando Prado no ofreció la misma predisposición para desdoblarse por fuera. Entonces todo recayó en la banda derecha, donde Chancalay y Fabricio Domínguez comenzaron a profundizar promediando el primer tiempo. Uno de esos avances derivó en un dos contra uno que puso a correr al uruguayo de la derecha que sacó un centro al corazón del área. El cabezazo de Darío Cvitanich no tenía destino de arco pero el despeje de Salomón exigió una respuesta de Rigamonti.
El Ferroviario esperó siempre bien ordenado en su campo y no dio señales de paso por dentro ni por fuera. Ajustó cada parcela del campo y obligó a Racing en cada intervalo de posesión a tener que mover la pelota de un lado a otro, buscando el espacio, pero con la tendencia de terminar en el embudo. Ahí prevaleció lo que Vega y Soraire querían. Los dos volantes centrales marcaron el pulso de su equipo, lo unieron dejando líneas cortas y así la búsqueda local se transformaba en estéril y sin riesgo.
El segundo tiempo fue menos agradable que la primera parte. Coleoni reforzó la postura de su equipo, que siempre tuvo la sensación de ser más activo que Racing. En cada lugar de la cancha donde había una camiseta celeste y blanca eran dos los santiagueños que ganaban la escena. Sin arcos, con poca imaginación de ambos bandos, primó el esfuerzo visitante por achicar espacios, buscar segundas jugadas y apostar por una pelota parada o alguna pérdida de Racing que otorgue una opción de peligro.
La cuestión de Racing es que no tuvo un volante que rompa líneas. Otra vez Moreno y Miranda a la misma altura, y cuando no están así parados sobra alguno ellos. Cvitanich no pudo darle sentido a su rol y entró Correa para retrasar a Copetti. El ex delantero de Rafaela no mejora su actualidad. Con problemas para controlar la pelota jugando de espaldas al arco, cuando Úbeda lo retrasó en el campo perdió todo sentido su permanencia en el partido. Ni Rojas, ni Garré y mucho menos Piatti mas tarde pudieron meterse en el juego para romper una noche que conforme avanzaba el reloj caía en lo predecible. Un cero a cero de esos que nadie reclamara como propio.
El empate deja un sabor a derrota por la localía, pero sobre todo por la oportunidad de treparse a lo más alto sin esperar otros resultados. Adeuda cuotas de fútbol del ciclo anterior que disimula con puntos que sacó y eran parte del presupuesto trazado al inicio. El domingo tiene un partido que dará un parámetro más real de cuál es la realidad de este equipo dirigido por Úbeda.
Paolo Cella
@EspeRacinguista
@Paolo_Cella
Racing perdió por uno a cero ante Central Córdoba de Santiago del Estero en el estadio Madre de Ciudades. El gol de Lattancio le puso un moño a la espantosa presentación del equipo que dirige Juan Antonio Pizzi. La derrota pone serias dudas a la clasificación de la Academia para los cuartos de final sobre todo por lo mal que juega y las pocas respuestas que se vislumbran. El equipo caminó la cancha de manera inexplicable y perdió bien otra vez ante un rival a priori inferior. Un ciclo que no tiene puntos altos y se repite en malas presentaciones necesita una jornada inédita para no quedar eliminado del torneo local.
Las categorías grandes jugaron en el predio de Central Córdoba y las menores fueron local en el Predio Tita Mattiussi.