Desde que comenzó el actual mercado de pases Racing no dio demasiadas pistas sobre refuerzos. Los cuatro que hasta aquí habían llegado no demoraron demasiado entre que sus nombres surgieron y la confirmación de su arribo. Sigali, Donatti, Dominguez y Cardozo fueron cayendo sin mucho ruido. La última contratación impactó. Por la rapidez, el sigilo con el que se lo hizo y el club que terciaba en la puja por contar con él: Racing y Centurión se vuelven a encontrar, Boca deberá esperar.
El trabajo de "callados", como dijo Coudet que tanto el como Milito realizaron dio sus frutos. Ahora será el turno de continuar puertas adentro con la tarea de contención para un futbolista que siempre es noticia. Su trabajo, el de futbolista, podrá gustar mas o menos, ser mejor algún día que otro. Pero sus responsabilidades trascienden al campo de juego. Y es ahí donde Racing realiza la mayor inversión. Su incorporación tiene que abarcar otras aristas.
Desde lo estrictamente deportivo su regreso le aporta al plantel características que no tenía. El cambio de ritmo, la gambeta y su desequilibrio en el mano a mano refrescan al grupo. Incluso desde su salida tras el título de 2014 Racing no pudo reemplazarlo. Se acomodó distinto, cambió su dibujo, pero nunca pudo ubicar un reemplazo de Centurión.
Las dudas, naturales por todo lo que rodea a su figura, seguramente serán despejadas o no a medida que vaya jugando. Racing compra su pase y eso lo expone como nunca a una responsabilidad ineludible. El esfuerzo que hace el club al comprarlo (se convierte en la compra mas cara de la historia) y la confianza que depositaron en el tanto Milito como Coudet ponen a Centurión ante un desafío extremo.
Deberá comprender que este es acaso el último tren para enderezar su carrera y despegar definitivamente. Centurión no quedará eximido de culpas por lo que arrastra del pasado, pero deberá concentrarse de una vez por todas en cuidar su andar por la vida.
La apuesta de Racing es de alto riesgo. Dentro del campo de juego contrata un futbolista que, como se dice habitualmente, conoce el club, se pone la camiseta y juega. Clave en el título de 2014 junto a otros, hoy su arribo y la posibilidad de mezclar juego con Lautaro y Lisandro despierta entusiasmo. Milito y Coudet ponen su cuota de capital sobre la mesa. El combo que trae Centurión es así, si logran domarlo habrá esperanzas.
Paolo Cella
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