Sebastián Beccacece puso el equipo más lógico para despedirse de Racing. El entrenador tiró a la basura el formato que venía utilizando durante este último pasaje del ciclo y retomó aquella idea con la que amanecía su trayecto en la Academia. El 1-4-3-3 para atacar fue elegido en la función de despedida ante Newell´s para el cierre. Gabriel Arias al arco, Iván Pillud retornando al lateral derecho con Nery y Mauricio Martínez por el lesionado Sigali en la zaga y Eugenio Mena de lateral izquierdo. La nota fue ubicar a Fabricio Domínguez como volante interno por derecha y completar con Leonel Miranda y Matías Rojas la zona media. Adelante Lorenzo Melgarejo, Lisandro López y Héctor Fértoli. Y ese primer tiempo fue más natural aún con cuestiones por corregir.
El sistema (y el contexto) le permitió a Racing jugar con soltura ante un rival que tenía que asegurar su primer puesto pensando en una final. Al uruguayo Domínguez iniciar por dentro le permitió jugar siempre con la posición de Melgarejo para ir a ese espacio cuando el paraguayo se metía para adentro. Al no pasar tanto Pillud por ese costado por momentos el local defendía con tres. Del otro lado era Mena el más subido de los dos laterales y además la Academia orientó los avances y ataques por aquél costado con Fértoli y Rojas sumándose al chileno.
Claro que mantener el cero en el arco propio le cuesta horrores a este equipo y hoy no fue la excepción. Un despeje al medio de Nery le permitió a la Lepra quedarse en tres cuartos tras un avance sin resolución, Denis Rodríguez tocó para Maxi y la Fiera, de frente al área, habilitó a Sebastián Palacios para el 1 a 0. El ciclo tuvo varios momentos de estos donde posturas sin definir o errores defensivos no le fueron perdonados. Sin demasiado desarrollo en el juego el visitante tomó la ventaja. El partido era dinámico, pero sin profundidad. Eso lo encontró Racing con dos lanzamientos largos de Martínez y Melgarejo para Domínguez y Lisandro. Ambos asistieron a Fértoli para dar vuelta la historia en los dos momentos donde el equipo aceleró la búsqueda del arco de Macagno. Casi sin despeinarse la Academia lo dio vuelta.
Para el segundo tiempo cambió el ritmo el equipo de Frank Kudelka. Mientras en Liniers Vélez le ganara a Godoy Cruz la suerte de la Lepra era negativa. Ingresó Ignacio Scocco para poner un centrodelantero y retroceder a Maxi. Este cambio táctico y de postura impulsó a Newell´s unos metros más adelante. Para Racing un escenario de espacios y encontrar a los extremos. Sucedió que pocas veces logró hacerlo mientras el partido estuvo 2 a 1. Tampoco los sufrió demasiado es cierto, pero se repitió la tendencia de entregar la posesión al rival para replegar y salir rápido ante cada pérdida o recuperación.
Racing empezó a quedarse sin respuestas para sostener la pelota. Matías Rojas no participó del juego como si lo hizo en la primera parte y Leonel Miranda ya no tenía esa eficacia en los pases. Las salidas de la Academia siguieron siendo arriesgadas, con futbolistas mal perfilados para recibir y así la visita encontró concesiones para llevar riesgo hacia Gabriel Arias. Sin profundidad desde la creación para generar situaciones de gol, allí tenía oportunidades. Del otro lado también hubo salidas en falso que le permitieron a Racing llegar hasta Macagno, como aquél remate de Lisandro que tapó el arquero de Newell´s.
El partido empezaba a despedirse sin que la Lepra pudiera revertir su destino de eliminación, con los ingresos de Formica y Cingolani buscó darle otra velocidad a su ataque, pero a medida que pasaban los minutos se diluía en esa búsqueda impotente. De pronto una salida rápida de la Academia, el ingresado Alcaraz que conduce y toca a la izquierda, pero la pelota rebota en el taco de Guanini. Ese desvío le cayó a Lisandro que le pegó seco, de lleno por arriba del arquero para volver a gritar un gol tras más de un año sin poder anotar. Racing le ponía fin a las ilusiones de Newell´s con algo de fortuna, pero intentando lo que pretendía desde el inicio del complemento: atacar los espacios con mucha gente.
El final del ciclo Beccacece fue con un equipo lógico, sin posiciones forzadas ni cambios de esquema en un mismo partido. Quizás si hubiera apostado a esta estabilidad táctica, con las variantes lógicas por ajustes que pide el juego, su camino en Racing hubiera tenido otro destino. Es cierto que falló el día que no debía, en la Bombonera, pero no estuvo tan lejos de ser un equipo con mejores aspiraciones. El primer tiempo de hoy es una manera de entender como imaginó el ahora ex entrenador de Racing su paso por la Academia.
Paolo Cella
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