Durante el último año, Racing tuvo a dos implicados en causas de violencia de género: Jonatan Cristaldo, por golpes a su ex pareja, y Carlos Arano, por amenaza de muerte, también a su ex pareja. Por eso mismo es que se continúa reclamando por un protocolo ante estos repudiables hechos, para que ninguna otra mujer sufra este tipo de situaciones.
Mariano Cúneo Libarona, quien es el encargado del Departamento de Legales de la institución, se refirió al protocolo, pero dejó más dudas que certezas.
Racing Club se suma a la campaña de @afa en su acción contra la violencia de género.#DíaContraLaViolenciaDeGénero#RacingClub https://t.co/0Q0M2B1nUL
— Racing Club ? (desde ?) (@RacingClub) November 25, 2019
“Cualquier empleado, sea o no jugador, que firma un contrato con Racing Club automáticamente se compromete a cumplir todos los sistemas internos y de conducta que tiene la institución. No hace falta poner una cláusula con un protocolo de género”, señaló en diálogo con Racing Radio Show. ¿En serio no hace falta?
Durante mayo, el propio Víctor Blanco aseguró que “ya tenemos un protocolo en casos de violencia de género. Esperamos que en Racing no vuelvan a suceder este tipo de situaciones. Hay que ser muy cuidadosos con todos estos temas, son muy importantes”.
Lo que resulta extraño en Avellaneda es que el Presidente del club diga una cosa, pero que el sector que realmente se encarga de resolver la situación y decidir qué hacer con los implicados, más allá de que la Justicia también debe pronunciarse al respecto, haga la vista gorda. Por ejemplo, en Vélez, todos los futbolistas que firman un contrato tienen una cláusula en la que se estipula que, ante cualquier hecho de violencia de género dentro o fuera de las instalaciones del club, será separado del plantel y se procederá a la rescisión contractual.
Julián Mazzara
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