Defensa nueva con arquero debutante incluido con relación a las derrotas contra Independiente y Rosario Central y los mismos problemas de siempre. El medio con Santiago Rosales como única innovación por la derecha, la misma falta de fútbol de siempre. Y adelante Pablo Cuadra con condiciones pero muy nuevito con Licha López que todavía no regresó, o sea un ataque sin la explosión de Gustavo Bou y Lautaro Martínez. Con estas limitaciones Racing le ganó a San Lorenzo porque jugando en el Cilindro es otro equipo, pero solamente desde el punto de vista emocional, no desde el punto de vista futbolístico. A esta altura del torneo y de las circunstancias aleatorias del desenvolvimiento del equipo, es un hecho positivo que todavía se compita por algo cuando el rendimiento refleja que se está muy lejos de ser competitivo.
¿Y que es ser competitivo? Ganar los partidos ganables. Algo que adoleció el equipo que ahora dirige Cocca y que antes condujo el ruso Zielinski. Dicho esto, queda como sensación que se está mucho más arriba de lo esperado. Porque Racing no se terminó de armar nunca y siempre fue delanteros dependiente. Sino, no se puede entender que San Lorenzo haya empatado un partido jugando con un jugador menos, elaborando una jugada en la que dejaron siempre un hombre sobrando que finalizó Blandi (cuando no), y Musso no pudo impedir en una intervención por afortunada. Un tema de funcionamiento central. Y nos referimos al famoso doble cinco. El talón de Aquiles que contagió a mediocre defensores y a débiles arqueros.
Como esto no tiene solución inmediata, no con estos protagonistas, será una cuestión azarosa conseguir la clasificación a la Libertadores. Seguramente, ganaran de local y perderán de visita. Lo que dejó el triunfo ante el Ciclón fue más de lo mismo. Se aprovechó de un equipo que jugó en forma aceptable hasta que se quedó con diez futbolistas y que sucumbió cuando Racing, que no le sobra nada igual que a San Lorenzo, supo aprovechar los espacios que aparecieron por un hecho fortuito.
Es así, no entusiasma este Racing porque no lo hace desde el juego ni de el de las individualidades, entonces, solo resta esperar que gire la ruleta y que caiga en alguno de lo números a los que pusimos los plenos ,y por ahora los únicos plenos para apostar a un futuro un poco más venturoso son Gustavo Bou y Lautaro Martínez.
Ah, y se podría agregar a Marcos Acuña, que no lo tendremos en la próxima fecha por una absurda gira del seleccionado nacional que está en gestación. Racing no gusta, no luce, gana más de lo que merece y pierde cuando tiene la necesidad de ganar. Muy poco, porque la sonrisa que generan la obtención de los tres puntos se esfuma cuando se disipa el humo de victorias anecdóticas.
Ricardo Zanoli
@EspeRacinguista