El Tarzán de Racing

Luis Angel Carrizo fue el arquero de Racing en el equipo campeón de 1966, el recordado y afamado "Equipo de José", que alcanzara en 1967, el logro máximo de nuestra institución, y hasta entonces, del fútbol argentino todo. Carrizo era un gigante que medía más 1,90, pesaba cerca de 100 kilos y exhibía un gran porte. Había llegado a Racing procedente de All Boys en 1963, pero no logró afianzarse en la primera división en donde alternó con escaso relieve. Si embargo, un hecho fortuito y lamentable para Agustín Mario Cejas le posibilitó consolidarse en el arco de la Academia y constituirse en una pieza importante de aquel formidable equipo.

Cuando comenzó el campeonato de 1966 el titular era Cejas, quien logró mantenar el arco invicto en las primeras 7 (siete) fechas, consiguiendo hasta ahora un récord no igualado de minutos (586) sin recibir goles en el comienzo de un torneo. Cejas recibió un gol convertido por el peruano Migue Angel Loayza al minuto del segundo tiempo en lo que fue el empate de River, en el partido jugado el 17 de abril de 1966, que finalizó igualado 1 a 1. En esa jugada el arquero de Racing recibió un golpe de Luis Cubilla que le produjo la fractura de uno de los dedos de su mano derecha. En ese entonces, el único cambio que se permitía era el del arquero por lo que ingresó Carrizo, quien a partir de ese momento se adueño del arco y se mantuvo como titular hasta la finalización del torneo. En una sola oportunidad fue reemplazado por Cejas al lesionarse frente a Lanús (triunfo de Racing en cancha granate por 2 a 1), pero en la fecha siguiente volvió a ser titular y así siguió hasta la coronación del equipo con el campeonato.

Al año siguiente, como Racing debía jugar la Copa Libertadores de América incorporó a Antonino Spilinga, un arquero con vasta experiencia que completó junto a Carrizo y Cejas el terceto de guardavallas que afrontaría un año cargado de partidos. No obstante, Luis Carrizo solo disputó dos en la ronda inicial de la Libertadores (ambos de visitante ante Independiente Santa Fe de Colombia y Bolívar de La Paz) y no jugó ningún encuentro en el torneo local, ya muy relegado por Cejas, quien se había consolidado en el arco de Racing, y por Spilinga. Cuando finalizó la temporada de 1967 quedó en libertad de acción y recaló en Deportivo Español, que militaba en la Primera B (en ese entonces la segunda categoría del fútbol argentino), en donde jugó sólo 4 (cuatro) partidos. Al año siguiente emigró a Chile para incorporarse al Rangers donde actuó con buen suceso toda la temporada, pero una vez finalizada la misma tomó la decisión de retirarse del fútbol.

Ya retirado no se vuelve a saber de él porque adoptó un perfil mucho más bajo que la mayoría de sus compañeros del "Equipo de José", hasta que en el año 2006, en ocasión de una exposición de fútbol realizada por el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Carrizo, quien concurrió especialmente, se acercó a un stand donde se exhibían tapas de revistas "El Gráfico" de todas las épocas y le comentó a uno de los exhibidores: "Vengo a ver la tapa de mi viejo", señalando a una donde aparecía Luciano Agnolín, el máximo goleador de la principal división de ascenso de la Argentina con 186 goles en 204 partidos. Carrizo muy emocionado comentó que era hijo no reconocido de Agnolín y sincerándose con el exhibidor le dijo: "Lo busqué durante mucho tiempo y lo encontré de grande...después tuvimos una buena relación, era un gran tipo...un gran tipo".

Un año más tarde, en 2007, nueve días después de haber recibido una distinción por los 40 años de la obtención del título Intercontinental, Luis Carrizo falleció, dicen que de causa natural. El "Tarzán" de Racing que había nacido en la ciudad de Junín igual que Agnolín, disputó en Racing 100 partidos, 98 en el ámbito local y 2 internacionales; su padre, por su parte, jugó en el ascenso 204 partidos (Dock Sud, Tigre, All Boys, Temperley, Ferro y Atlanta) convirtiendo 186 goles.

En primera división jugó en Atlanta en donde disputó 69 partidos con 53 goles. En 1944, jugando para los "bohemios" le convirtió 4 goles a Racing en el triunfo de de Atlanta por 5 a 2, partido jugado el 12 de noviembre de ese año. Aquí  es en donde además del parentesco los acerca a Carrizo y Agnolín sus historias personales y que tienen como común denominador a Racing: Carrizo buscó la tapa en la que apareció su padre en El Gráfico del 23 de noviembre, quizá el día de mayor gloria de aquel que no lo había reconocido como hijo: cuando le convirtió cuatro goles a Racing en lo que fue su escasa participación en primera división, precisamente a Racing, el equipo que hizo que Luis Carrizo tuviera el mayor reconocimiento como futbolista..

Ricardo Zanoli

@EspeRacinguista

info@esperanzaracinguista.com