Victoria de Racing por 3 a 2 frente a Patronato de Paraná en Entre Ríos, con un doblete de Javier Correa y el restante de Matías Rojas. El partido disputado en el estadio Presbítero Bartolomé Grella fue parecido a una práctica abierta al público. Los episodios del final, con aporte indispensable de Edwin Cardona, fueron ajenos al desarrollo del juego. Una tarde en donde Fernando Gago sólo podrá rescatar la cosecha de los tres puntos.

El entrenador de Racing decidió, con criterio, que el día para rotar nombres era este. Sin subestimar a Patronato pero poniendo sobre la mesa los antecedentes inmediatos de cada uno, la tarde de Paraná invitaba para dosificar energías pensando en el juego del domingo ante Newell´s y el viaje a Perú de la semana próxima por Copa Sudamericana. Lo que no habrá imaginado nunca Fernando Gago es el nivel subterráneo de rendimiento que tuvo su equipo, con actuaciones de flojas a muy malas y casos que ya no despiertan ilusión de poder recuperar.

La localía puso en acción a Patronato desde el comienzo, ni bien Facundo Tello marcó el inicio. Con dos líneas de cuatro para respaldar a la dupla de centrodelanteros elegida por Facundo Sava, Jonathan Herrera y Lucas Barrios. Orientando el juego por las bandas, con Gabriel Gudiño y Sebastián Medina, los entrerrianos tuvieron su inicio furioso, con centros cruzados y ataques a espaldas de Iván Pillud y Eugenio Mena.

Sólo repitieron Gastón Gómez, Eugenio Mena, Aníbal Moreno y Carlos Alcaraz respecto al triunfo frente a Unión del último sábado. Sin ese hábito de presión en la zona central, Patronato fue quien tomó la conducción del juego en el arranque. Claro que Racing atraviesa un momento dulce y conserva jugadores de jerarquía que pueden sacar a flote esta clase de partidos. Un pase largo de Nery Domínguez para la diagonal de Javier Correa y definición de emboquillada para la apertura del marcador. En ocho minutos, sin haber pateado al arco ni entrar al área, la Academia estaba en ventaja.

El equipo de Facundo Sava no claudicó en su búsqueda inicial y apenas cinco minutos después llegó el empate. Racing no capturó ese momento tras ponerse adelante en el marcador. Rojas y Hauche no ajustaron cerca de los laterales para ordenar el retroceso, Alcaraz y Gómez siempre corrieron de atrás a los volantes del Patrón y la recepción para los lanzadores locales era cómoda. En una de esas tantas secuencias, en apenas 13 minutos, Nicolás Castro marcó el empate desde la puerta del área ante una floja resistencia de Chila Gómez, tapado por sus compañeros, en un retroceso numeroso pero sin rigor.

Racing nunca se metió de lleno en el partido. Cuando quiso darle minutos de tenencia al juego, la imprecisión detenía cada secuencia de pases. Entre el mérito local de correr para equilibrar diferencias y esta cuestión, el partido se jugó más con las condiciones de Patronato que los parámetros que podría haber imaginado Gago. Solo un accidente podría romper la inercia, ya que los de Sava erraron todo lo que generaron. Y ese episodio lo generó Facundo Tello, sancionando un penal que solo él y Ariel Penel en el VAR vieron para que Rojas ponga el 2 a 1 rumbo al cierre del primer tiempo.

El segundo tiempo presentó las mismas características que la primera etapa. Con el aliciente del nerviosismo local, todavía sumido en el enojo tras la sanción de Tello. Racing no reaccionó nunca. Pero a los 11 minutos otra vez Nery salta líneas buscando las espaldas de Carlos Quintana para encontrar una definición similar de Correa en el primer gol y anotar el 3 a 1. El partido se hundió en un pozo que tenía la impotencia local mezclada con el andar cansino de Racing, que si había ido con un plan de dosificación, lo profundizó tras el doblete de Correa.

Racing perforó el piso de rendimiento tomando en cuenta aquél mal partido ante Platense en Vicente López. Jugó peor que aquella tarde. El recambio, arriesgado pero entendible, atentó contra la racha de partidos ganados de manera consecutiva. No tanto por la exigencia rival, sino por la poca  predisposición para jugar de quienes hoy saltaron al campo.

Otra vez, sólo un accidente podría darle vida a un partido completamente planchado.  Tras los cambios de ambos equipos el juego se fue metiendo más y más en un pozo sin vía de escape para los espectadores. Hasta que Edwin Cardona decidió salir jugando desde atrás y por el medio para el descuento Axel Rodríguez. Entre este descalabro del colombiano y la expulsión de Lucas Orban, que el VAR debió corregir, los últimos minutos fueron desprolijos y tensos para Racing.

Una tarde para tomar nota de todo lo que no puede volver a suceder. Las oportunidades que Gago, y otros entrenadores, le otorgan a futbolistas como Rojas ya deberían empezar a ser parejas para todos. Los ingresos de Cardona tienen que encender la alarma sobre su estado físico y compromiso con el juego. Racing estiró a diez su racha de triunfos en fila y se metió tres fechas antes en los cuartos de final de la copa doméstica, pero dejó la armonía de su juego unos pasos atrás y eso debe ser una llamado de atención.

Paolo Cella

@EspeRacinguista

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Racing le ganó 1 a 0 a Unión de Santa Fe por la décima fecha de la Copa de la Liga. El gol lo anotó Enzo Copetti para el equipo de Fernando Gago que de esta manera consigue su noveno triunfo consecutivo y se acerca de a poco a la próxima ronda de este torneo. La Academia jugó mejor el primer tiempo que el segundo y sumó de a tres nuevamente sin recibir goles. Una noche muy buena de Aníbal Moreno y Emiliano Insúa, lo que explica un poco como jugó parte del complemento.

El equipo que armó el uruguayo Gustavo Munúa tiene ya ciertos parámetros que lo ponen en consideración dentro del ámbito local como una formación que tiene atributos para destacar y un funcionamiento que lo hace reconocible ante los ojos de los espectadores. Por eso para Racing era una noche importante, donde debía reconocer las virtudes del Tatengue para sostener su crecimiento. Lo dominó durante el primer tiempo con mayor posesión que la segunda parte, cuando tuvo que trabajar más cerca de Gastón Gómez.

Con algunas variantes respecto al triunfo ante Cuiaba por Copa Sudamericana, Racing presentó una formación que ya tiene bien incorporado los modos que su entrenador pretende. Los ingresos de Eugenio Mena., Enzo Copetti y Tomás Chancalay por Gonzalo Piovi, Javier Correa y Gabiel Hauche sólo fueron nominales. El sistema, la idea y su ejecución es la misma. Ante Unión la Academia repitió un buen primer tiempo, comprimiendo a su rival contra su arco y sin darle opciones de escape.

Todo ese tiempo que Racing tuvo la pelota esta vez no se tradujo en muchas situaciones de gol. Con más oficio para defender, el Tatengue no brindaba espacios para que el equipo de Gago pusiera a trabajar a Mele. Un desborde de Mena que definió Miranda por dentro y un remate de media distancia de Chancalay, fueron las oportunidades más claras. Hubo mucha movilidad en los internos y los dos laterales pasaron al ataque con frecuencia, pero por dentro no hubo tanta presencia.

El partido se abrió cerca de la media hora, cuando Fabricio Domínguez, sin tanta injerencia como el miércoles en el uno contra uno, remató rasante desde la derecha. El tiro no tenía signos de peligro para Mele pero la barrida de Copetti corrigió la trayectoria para poner el 1 a 0. Por insistencia, búsqueda y tesón para desarrollar la idea, Racing encontraba justicia en ese período del partido.

Para el segundo tiempo Munúa ajustó algunas tuercas, principalmente desde la palabra. El equipo santafecino se paró 20 metros más adelante para discutirle la posesión a Racing y lo consiguió. El cansancio o la postura estratégica, hicieron que la Academia retrocediera en el campo. Gago mandó a Edwin Cardona por Domínguez, para quitarle algo de vértigo al equipo y sumar pausa con la posibilidad de que el colombiano lograra que Racing se defienda con la pelota. Pero el cambio no resultó.

A pesar de la postura de Unión, Racing tuvo episodios donde encadenó cuatro o cinco pases seguidos, con salidas desde el fondo, para terminar las jugadas por el lado opuesto. La falla en la resolución explica el resultado corto y la angustia, leve, pero angustia al fin, para defender el 1  a 0. Los cambios no le dieron oxígeno al equipo, más bien lo mantuvieron en la imprecisión. En esos momentos fue que las figuras de Moreno, Insúa, Sigali y Miranda aparecieron para sostener al equipo.

Racing continúa esta seguidilla de partidos con otro triunfo y suma de a tres para empezar a  ver la próxima ronda de la Copa de la Liga más cerca. Deberá continuar trabajando para conseguir la clasificación pero está cerca. Y principalmente ante Unión sostuvo la idea, con altibajos, pero la sostuvo. Y eso también es importante. Juegue quien juegue, ante el rival que sea, este equipo ya tiene los parámetros de rendimiento bien claros. De ahí para arriba siempre.

Paolo Cella

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Racing le ganó 2 a 0 a Cuiabá de Brasil por la segunda fecha del Grupo B de la Copa Sudamericana. Los goles fueron de Javier Correa y Carlos Alcaraz para el equipo de Fernando Gago que se posiciona con buenas perspectivas de cara al futuro de esta zona. La Academia completó 75 minutos donde superó a su rival sin atenuantes. La de esta noche fue la mejor producción de este 2022. De aquél debut ante Gimnasia a hoy, todo cambió.

Para un entrenador no debe haber mejor sensación que ver a su equipo desarrollar en el campo de juego no sólo lo que se planificó para un partido, sino también comprobar que el mensaje llega y se traslada al césped sin importar los intérpretes. Más allá de repetir a la mayoría de los que habitualmente vienen jugando, los que se meten en el equipo por rotación o decisiones tácticas están a la par de sus compañeros. Aquél mensaje de competir empieza adentro y se vuelca en cada duelo.

Racing comenzó y finalizó el duelo ante Cuiaba con un claro dominio. A excepción de esos últimos 15 minutos donde Fernando Gago metió los tres cambios en la segunda ventana para rotar futbolistas y repartir cargas, la Academia sometió a su rival con conceptos de juego bien nítidos, que ameritan resaltar en virtud de reconocerle al entrenador su visión para imaginar que este presente era posible.

Desde la derecha con Fabricio Domínguez de extremo para atacar y volante para retroceder, Racing atacó más y mejor. No dejó de fijar posiciones con Gabriel Hauche de extremo izquierdo y Gonzalo Piovi como respaldo pero orientó siempre sus ataques más profundos por el costado del uruguayo (la figura del partido), Facundo Mura y el apoyo de Leonel Miranda. Así llegó la apertura del marcador, tras un centro de Domínguez que Javier Correa cambió por gol anticipando al primer palo.

Si el plan de Cuiabá era salir de contra no pudo hacerlo nunca. La presión tras pérdida de Racing fue constante y los visitantes nunca tuvieron esa ventana de escape ante un equipo que se comprimió en 30 metros. Los dos centrales, Leonardo Sigali y Emiliano Insúa, pusieron el punto de apoyo en el círculo central, Aníbal Moreno y Miranda fueron constantes en ese ejercicio de presión y todo el equipo acompañó esa idea. Ante la pérdida todos a trabajar y bien cerca de Carlos, el arquero visitante.

Esa recuperación inmediata le permitió a Racing recorrer menos metros hasta el arco contrario y poner mucha gente en ataque ante cada avance. Más participativo Moreno en la gestión de la pelota y con Miranda siempre encontrando espacios libres a Racing se le simplifica mucho jugar mejor. El funcionamiento colectivo es más parejo cuando esos dos interpretan el juego y el equipo se contagia con pases que tienen un sentido claro, la búsqueda del hombre libre y mover al rival.

El segundo tiempo fue más de lo mismo. El equipo corto, con sus líneas bien altas para empujar a Cuiabá cerca de su arquero y no dejar margen para la respuesta. Con algo más de tenencia que en el primer tiempo, Racing pareció buscar dosificar energías. El resultado a favor, corto, tampoco invitaba al relajo. Pero la seguidilla de partidos empieza a jugar su papel y cuidar esos matices con la pelota más tiempo en los pies suele ayudar.

El gol de Carlos Alcaraz le bajó el martillo al partido. Los cambios también le quitaron vértigo al equipo para agudizar aquello del cuidado de piernas, gestionar la ventaja con la pelota en los pies y hacer correr el reloj. Racing ganó un duelo clave ante el que se presume será el rival con el que disputará el primer puesto. Si repite noches como esta podrá imaginar algo más que un pase de ronda.

Paolo Cella

@EspeRacinguista

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Por la fecha 9 de la Copa de la Liga Profesional Racing le ganó 1 a 0 a Platense en el estadio Ciudad de Vicente López con gol  de penal de Edwin Cardona. Segundo gol y también de penal para el colombiano que le da tres puntos a la Academia acaso en su peor partido del campeonato. Con esta victoria el equipo de Fernando Gago empieza a mirar los play off de cerca y estira su liderazgo en la Zona A.

El primer tiempo de Racing en Vicente López fue de lo peor en este 2022. La Academia se sometió al plan de Platense y jugó de mal a muy mal durante esos 45 minutos iniciales. Con el debut de Omar De Felippe en el banco de suplentes, el Calamar tuvo las habituales prestaciones de un equipo que cambia de entrenador y renueva energías. Reducción de espacios, orden y salir de contra cuando se presentara la oportunidad ante un equipo  que ya da  registros de poner su última línea bien alta.

Con Matías Rojas por Alcaraz, Fernando Gago optó por el equipo que hoy se descubre como el titular. La pelota circuló pesada, sin sorpresa y nulo cambio de ritmo. Facundo Mura no progresó en ataque, un poco por la poca circulación de pelota y otro tanto porque estuvo pendiente de Nicolás Delgadillo. El ex Vélez por izquierda e Ignacio Schor por derecha fueron los puntos de partida para cada ataque del Calamar. Primero lo tuvo el zurdo entrando por derecha con un remate que desvió Gastón Gómez y luego el volante número diez no llegó a empujarla ante el cierre de Gonzalo Piovi.

Platense estuvo  cómodo durante el primer tiempo porque nunca Racing logró desordenarlo. Tomás Chancalay y Gabriel Hauche no dejaron jamás sus puestos de extremos y todo fue muy previsible, sencillo para un equipo que trazó la hoja de ruta del partido para no ofrecerle a los de Gago ningún espacio para encontrar caminos a Jorge De Olivera. Con los volantes internos también muy estáticos, la gestión del partido para la Academia fue tediosa. Nunca logró tomar el control del juego y se sumergió en el plan del Marrón sin inquietar el arco local.

Lo mal que jugó Racing ese pimer tiempo motivó a Gago a realizar dos variantes en el entre tiempo. Fabricio Domínguez y Javier Correa en lugar de Mura y Chancalay. Nada varió desde el juego, el equipo continuó jugando mal y adaptado al plan de Platense. En ese tobogán de rendimiento el entrenador esperó hasta los 25 minutos para realizar las tres variantes que le faltaban en una sola ventana. Edwin Cardona, Nery Domínguez y Jonathan Gómez por Rojas, Moreno y Hauche.

Tampoco dio resultado este movimiento masivo de recambio. Los pases siguieron siendo pesados y anunciados, para darle ventaja a los defensores locales de perfilarse y dominar la escena ante futbolistas de Racing que no cambiaron su performance. Salvo Leonel Miranda, que con movilidad e insistencia parecía entender por dónde iba el partido, el resto nunca rompió el molde de partido. Sarmiento primero, River de Uruguay después y Platense hoy fueron dándole muestras a Racing de que ya se ha tomado nota de la clase de partidos que este equipo no logra resolver.

¿Por qué ganó Racing? Sólo por aquel arresto individual de Fabricio Domínguez buscando un último desborde. El centro atrás lo tuvo a Enzo Copetti de receptor y el remate del ex Atlético Rafaela fue directo a la mano izquierda del central Andrade. Penal que Edwin Cardona cambió por gol, previo chequeo del VAR por parte del árbitro Pablo Echavarría.

Racing ganó un partido en el que apenas generó una sola opción de gol, en el minuto 44 del segundo tiempo, tras una diagonal de Javier Correa que desactivó Jorge De Olivera. Sacar adelante esta clase de encuentros suma. Pero no se debe prescindir de la capacidad de análisis para detectar lo mal que jugó la Academia y resolver futuros desafíos que se aproximan.

Paolo Cella

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Racing le ganó 1 a 0 a River Plate de Uruguay por la primera fecha del Grupo B de la Copa Sudamericana 2022. El partido se disputó en el estadio Centenario de Montevideo y la Academia llegó al gol en el primer minuto de los seis que adicionó el árbitro a través de un cabezazo de Leonel Miranda. El miércoles recibe a Cuiaba de Brasil para empezar a acomodar los porotos en esta zona.

El primer tiempo entre River Plate de Uruguay y Racing se pareció bastante a lo sucedido frente a Sarmiento el último sábado. El equipo de Gustavo Díaz replegó igual que los de Damonte, con una línea de cinco defensores, cuatro volantes y un punta. Cerca de su arquero para cerrar los caminos y apostar a alguna pérdida de la Academia en su construcción para tomarlo mal parado. El plan no fue otro y para Racing se presentó otro juego donde no tuvo tanta creatividad a pesar de su intención de atacar desde el comienzo. Salvo la primera aparición de Facundo Mura que despejó el arquero Ichazo, poco para profundizar en cuanto a llegadas.

Con Gastón Gómez como espectador, Leonardo Sigali y Emiliano Insúa se pararon en la mitad de la cancha. Nery Domínguez fue un tercer central y el resto se desplegó en ataque. Sin mucha movilidad en el último tercio del campo, cada vez que Carlos Alcaraz y Jonathan Gómez quedaban de frente las opciones de pase eran pocas. Gago respetó el dibujo pero cambió algunos nombres, entre ellos Matías Rojas de extremo por derecha. Pero a pesar de reconocerle el hábito de ejercer el dominio en este estreno en el plano internacional, el equipo no tuvo lucidez en el último tercio.

En esa zona de la cancha se sintió cómodo el conjunto local, más teniendo en cuenta que Mura no estuvo tan preciso en sus resoluciones ofensivas y del otro lado la conexión entre Eugenio Mena y Tomás Chancalay no tiene afinidad. La Academia tuvo la pelota donde y cuando quiso River, fue espeso en el traslado y no aceleró nunca para que trabaje el arquero local. El primer tiempo se fue sin mucho más para destacar de un juego chato.

El segundo tiempo no varió en su ritmo. Pero si tuvo más jugadas de riesgo. La postura de Racing, su falta de ingenio y los espacios que dejaba, pusieron a River más cerca de Gómez que todo el primer tiempo. De arranque Gonzalo Castro lo tuvo y respondió la Academia con una de Jonathan Gómez tras una guapeada de Chancalay. Ichazo empezaba a convertirse en sostén para los locales cuando sumó una atajada más  ante el disparo de Rojas de derecha al primer palo.

Gago movió el banco con Hauche y Fabricio Domínguez por Mura y Alcaraz. Rojas se ubicó de interno pero Racing no logró sumar juego. Incluso River tuvo tres chances entre los 18 y los 24 para romper el cero. Dos de Thiago Borbas por arriba, entrando de izquierda a derecha y  el cabezazo de Sosa que Chila Gómez tapó con su mano derecha para que su arco se mantenga invicto. Un llamado de atención. Muchos espacios, el equipo muy abierto y un retroceso con algunos ajustes por hacer.

Los ingresos de Miranda y Moreno por Gómez y Rojas buscaron corregir esa situación y terminar el partido con más control de pelota, más allá de todo el tiempo que la tuvo el equipo argentino. Mal empleado el uso de la herramienta, se generaron pérdidas que River aprovechó para lanzar como flecha a sus volantes y delanteros. Los últimos 15 se mantuvieron con la tendencia de toda la tarde noche en Montevideo. Racing con la pelota y casi todos sus futbolistas en posición de ataque, River replegado esperando dar el golpe.

El cierre tuvo a Racing allá arriba, buscando el córner final y un despeje que ubicó a Ney Domínguez afuera, esperando el rebote. El ex Central  pensó y en lugar de tirar un centro más le dio un pase a la cabeza a Leonel Miranda que venía entrando al área. Cabezazo, palo y algo de suspenso para poner el 1 a 0 que premia una búsqueda, a veces sin luces, pero búsqueda al fin. Racing empieza sostener hábitos de juego vaya donde vaya.

Paolo Cella

@EspeRacinguista

@Paolo_Cella

Triunfo de Racing por 4 a 1 frente a Sarmiento de Junín en Avellaneda. Los goles fueron de Enzo Copetti en dos oportunidades, Tomás Chancalay y Javier Correa. Sin jugar bien pero con mucha paciencia, la Academia estira su liderazgo y el invicto. Trabajó mucho a pesar de la diferencia en el marcador para vencer al visitante, que hizo tiempo y se puso en ventaja en el primer tiempo. Racing sigue camino

Para Racing fue un nuevo desafío este partido ante Sarmiento. Por primera vez en  ciclo de Fernando Gago el equipo comenzó un juego con la etiqueta de candidato o al menos la responsabilidad de jugar con una percepción que hasta aquí sus rivales no tenían. El equipo de Israel Damonte no tuvo otro plan que ceder pelota y campo, quitarle ritmo a cada momento al partido y esperar su oportunidad.

Colaboró mucho Racing para que el verde estuviera cómodo. La pelota circuló mas lenta de lo habitual, los interiores no ejercieron el rol de conectores con los tres atacantes y cada intervalo de posesión se diluía en la puerta del área de Josué Ayala. La Academia no pateo al arco en esos 45 minutos iniciales, a excepción de un tiro a la salida de un córner que un futbolista de Sarmiento rechazó sobre la línea.

Parte de la explicación para ese juego lento y previsible tuvo que ver en el partido de Aníbal Moreno, Leonel Miranda y Carlos Alcaraz. Esos pases, pesados y sin la potencia necesaria para agilizar las transiciones de defensa a ataque, le permitían a Sarmiento reordenarse rápido y bloquear caminos por dentro. El desenlace era mover la pelota de un lado a otro y no patear al arco.

Sarmiento esperó ese error puntual para soltar gente y atacar. Bastó que Moreno se entretuviera con la pelota mas de la cuenta para capturar en la zona central, soltar a Bettini y cruzar un centro que Brea capturó para su posterior remate. Gol y desventaja para agudizar posturas: repliegue extremo en Sarmiento, lucidez escasa en Racing.

Lo que sucedió en el complemento fue que Sarmiento tuvo su oportunidad de ponerse dos a cero y no lo hizo. En un lapso de pocos minutos Guido Maniero tuvo el segundo, lo erró y luego se fue expulsado. Con diez, el equipo de Damonte profundizó su postura defensiva, sin ambición y con demoras cada vez más notorias en cada saque. Racing no encontraba los caminos, al igual que la primera parte.

El quiebre fue en uno de los primeros centros al área. Un envío de Facundo Mura sin riesgo, la mala salida de Josué Ayala y el gol de Enzo Copetti. Se rompió la confianza de la visita con ese empate y tanto tiempo por delante. Enseguida llegó el penal que Tomás Chancalay cambió por gol y de ahí al final una tromba. Diez minutos donde Racing estiró a tres su ventaja por los goles de Enzo Copetti y la exquisita definición de Javier Correa.

Racing ganó algo más que tres puntos. Sumó un triunfo trabajado, sin tanta lucidez pero que no lo quebró nunca en su confianza. Sigua invicto y espera el comienzo de la Copa Sudamericana arriba de todos.

Paolo Cella

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